Esta vez me quedé mirando la lluvia
Desde el lado occidental del playón.
Cuchillos incesantes de agua golpean
Las paredes y la totalidad de las cajas.
Empleados y empleadas
Buscan aislarse en sus bocas de tormenta.
Mientras fumo un cigarrillo
Ninguna persiana permanece abierta
Al mundo.
Puedo ver los containers a salvo
Bajo la brillante barba de los eucaliptos
Y más allá
Esqueletos de camionetas estatales
Peladas por la policía.
Parece que la desolación puede volverse
Un estado de gracia.
Termino a las cuatro.
El traje de operario todo sucio
Polvo, telarañas y un antiguo cementerio
De mariposas en el pelo.